El abuelo decidió dar a su nieta una lección de anatomía y averiguar: ¿cómo conoce ella las partes de su cuerpo? Naturalmente, no se entretuvo en los pezones y pasó rápidamente a partes más interesantes del cuerpo. Qué caballo más viejo: ¡todavía tiraba de su nieta en la grupa!
Los chicos van y vienen, y el dinero y el buen sexo nunca hacen daño a una chica. Podías ver cómo se le iluminaban los ojos al ver los billetes, y con qué placer mal disimulado le frotaba la polla con la lengua.